En el país existen cerca de 680 parteras y parteros que fueron capacitados y hoy trabajan junto a personal médico en los partos de madres que dan a luz en áreas rurales. Este trabajo forma parte del Proyecto Arriba que Plan International llevó adelante desde abril de 2018 hasta junio de este año, es decir cinco años.
“Son 686 parteras tradicionales que fueron capacitadas y apoyadas directamente por el proyecto. Se buscó promover el ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos en adolescentes y mujeres en edad fértil. También se trabajó con mujeres embarazadas, con parteras y médicos tradicionales”, señaló Rolly Chávez, oficial técnico de Arriba.
Los municipios en los cuales trabajó esta institución fueron: Camargo, Culpina, Villa Serrano y Tomina en el departamento de Chuquisaca; Achacachi, Batallas, Pucarani y Patacamaya, en La Paz; Aiquile y Mizque, en Cochabamba; y Puna y Ravelo, en Potosí.
Chávez indicó que cuando se inició con el proyecto, el 70% de los partos se realizaban en las viviendas de las madres solo con ayuda de las y los parteros, y un 30% en los centros médicos. Hoy esta situación ha cambiado, pues las madres optan por hacerse atender en los centros de salud y en el que parteras y personal médico hacen un trabajo conjunto.
“Hemos visto que los partos en los centros de salud se han incrementado. Es un cambio muy significativo. Muy importante fue el involucramiento con los padres”, dijo.
Para hacer esto realidad, se han implementado además 70 salas de parto en los municipios, de los cuales 20 fueron para La Paz. Hoy cada centro de salud cuenta con dos a tres parteras capacitadas y certificadas por el Ministerio de Salud.
Igualmente, se crearon clubes de padres, para que sean ellos los que se involucren en los cuidados de la madre y el bebé y los acompañen inclusive en el parto. Se beneficiaron a 1.743 embarazadas y 4.617 parejas.
De acuerdo con Amador Noriega, responsable del Programa Nacional de Salud Intercultural de la Dirección General de Medicina Tradicional del Ministerio de Salud, entre las razones por las cuales las mamás no querían hacerse atender por los médicos y sí con las parteras fue por el manejo altamente invasivo que tiene la medicina convencional frente a las mujeres, la violencia obstétrica, porque los médicos no entendían su lengua originario, entre otros.
“Fortalecer la salud materno infantil. Con Plan (Internacional) se acercó a los medios tradicionales y a las parteras a un centro de salud para que asuman esta práctica y que la gente acceda a su derecho a la salud y nosotros podamos acercarle la salud a la gente desde su perspectiva cultural. En los centros de salud se ha promovido ese trabajo, y hay una partera presente. Además de ella está la enfermera y si hay complicaciones en el parto, se la deriva a un especialista”, dijo Noriega.
Además de sus capacitaciones y habilidades, las parteras son lideresas de su comunidad, apoyan a las mamás para informarles sobre sus derechos y a las familias en general.
Una de ellas es Luisa Crispín, una mujer de casi 70 años que en 2020 fue reconocida por el Ministerio por su labor de partera por más de 50 años en favor de las familias de Patacamaya que vieron nacer a sus hijos en manos de ella.
“Con el proyecto se ha tratado de adecuar a las del parto para que la madre se acerque al centro de salud y sienta un calor más hogareño en la atención. Hay una aceptación muy importante, hay una buena recepción, hasta de las autoridades”, prosiguió el responsable del programa nacional.
Actualmente las parteras certificadas tienen entre 25 a 60 años, pertenecen a la misma comunidad y muchas de sus habilidades también fueron trasmitidas por generaciones.
“Hemos matriculado el año pasado a 27 parteras. El siguiente mes matricularemos a más de 30, todas cualificadas y acreditadas por el Ministerio de Salud. Se ha trabajado desde distintas perspectivas, ellas pueden trabajar en los servicios de salud”, manifestó Chávez.
/Agencia de Noticias del Desarrollo/ en ANF