Por RPK Noticias
Dayana abrazaba y apretaba en su pecho a su hija menor en el bus, las otras dos niñas estaban en el asiento de atrás.
Un fuerte sacudón la puso en alerta y pidió a sus hijas agarrarse fuerte. El bus no paraba, estaban pasando por la cumbre en el sector Tres Cruces, el chofer notó que los frenos no le respondían y no pudo hacer nada.
Las niñas gritaban, los pasajeros también, cuando de pronto cayeron por un barranco.
Dayana despertó de ese infierno, el bus colgaba en el barranco y tenía a su hija muerta entre sus brazos, la niña quedó sin su cabeza.
Con la voz quebrada y la fuerza paralizada, buscó a sus otras dos hijas, dejando el diminuto cuerpo de su bebé, se puso de pie, estaba adolorida y el corazón le latía fuerte, pero el dolor aumentó más al ver a sus otras dos hijas muertas.
Una por una las sacó de ese lugar, tuvo que atravesar sobre los heridos y muertos que estaban tirados cerca del bus, llorando y gritando buscaba la cabeza de su bebé.
Cerca a la media noche, su padre se enteró que el bus Santiago Apóstol que llegaba a Quime, se había embarrancado muy cerca del pueblo, sabía que su hija y sus nietas estaban en ese bus.
Desesperado, logró llegar al lugar.
¡Amelia!, ¡Eliana!, ¡Victoria!, ¡Dayana!, Exclamaba don Isidro pero no halló respuesta.
Los lugareños le dijeron que su hija Dayana fue llevada al hospital y que sus nietas habían muerto y que faltaba la cabeza de la bebé.
El abuelo desconsolado, buscó entre los escombros y los restos y con mucho dolor halló la cabecita.
Dayana fue a su pueblo para buscar un poco de consuelo ante los problemas familiares con su pareja, no pensó que la tragedia invadiera su corazón.
Los tres cuerpos de las niñas fueron llevados a Cajuata para darles Cristiana sepultura.
La familia Quiroz Herrera no halla consuelo ante la terrible tragedia.