Por: Dipl. M.Sc. Willy Marcos Chipana Mamani
Periodista
Los resultados de las elecciones primarias en las Argentina denominado PASO dejaron a muchos con la sorpresa en el rostro, la desilusión y la alegría inesperada en otros porque no era lo que se esperaba, debido al aparto que se implementó para captar los votos de 35 millones de argentinos que fueron convocados para emitir su voto este domingo.
Al 96% de los votos escrutados, el candidato por la Libertad Avanza liderado por Javier Milei, alcanzó el 30,1% del respaldo electoral, seguido por el candidato peronista y oficialista Sergio Massa (20,9%). Un resultado que rompe con los esquemas de una década de pelea electoral que era tradicional entre peronistas-kisneristas versus Juntos por el Cambio.
¿Por qué Milei ganó de forma abrumadora las elecciones primarias en Argentina y le abre el camino expedito a la elección presidencial que se realizará en octubre de este año?
¿Qué hizo bien Milei en la campaña junto a su equipo para ganar de lejos a los demás candidatos? ¿Será acaso que los dioces y los astros se alinearon a favor de Milei para que gane las elecciones?
Primero. Javier Milei, economista de profesión se autoidentificó como liberal y empezó a ahondar en las causas y efectos de la crisis económica por la que atraviesa la Argentina con una inflación del 115%, un aumento de la pobreza y una pérdida de capacidad productiva en su industria manufacturera. Milei señaló y explicó las causas y los efectos del mal manejo macro y microeconómico que llevó adelante el gobierno peronistas-kisnerista y plateó un modelo de economía liberal, el cual parte de la desaparición del Banco Central de la Argentina.
Además, estructuró una alternativa a la política económica peronistas-kisnerista, a pesar que su vertiente es la liberal que se sustenta en los clásicos en esencia, pero supo diferenciarse del oficialismo, a partir de sus errores y males que causaron en el electorado como es la pobreza, la falta de empleo y la inseguridad. Los demás opositores no lograr plantear algo nuevo al electorado y se quedaron con el discurso de la anterior elección, lo que causó su derrota.
Segundo. Javier Milei o el “Peluca”, se envistió del poder moral y ético ante los políticos tradicionales que se turnaban en el poder estatal y que no resolvieron los problemas cotidianos del electorado. Milei fue capaz de mantener a los políticos “tradicionales sentados”, sin poder hacer nada y asustados escuchando los males que causaron a la población durante dos décadas y que ahora se debate en una crisis económica y de inseguridad.
“Los políticos tradicionales” de la oposición y del oficialismo no podían responder a Milei como siempre lo hacían porque no encontraban en Javier Milei su “cola de paja” ni pasado negro. En comunicación política, este aspecto es una de las virtudes que no se debe dejar de lado para ganar las elecciones, pues Milei jugó un partido de fútbol sin ataduras ni cadenas y metió los goles en todos los estilos cada vez que era entrevistado o daba sus discursos en público.
El gran reto que tiene por delante Milei, es formar una estructura orgánica, cuyos cuadros tengan la misma virtud ética y moral de Milei para consolidar el poder en las diferentes provincias de la Argentina ante un escenario de contendientes que no se darán por vencido en cada una de las regiones.
Tercero. El planteamiento de Milei estuvo acompañado de un lenguaje popular y sencillo que era parte del electorado porque es lo que sienten día a día, lo que le permitió ingresar a las provincias y domicilios con facilidad, a pesar de la campaña negra o sucia que se organizó contra él por parte de sus contendientes. Este hecho demostró que, en una determinada coyuntura de hartazgo de lo mismo, el electorado puede optar por “rostros nuevos y propuestas que le permitan salir de la crisis en la que están”.
Lo último, no quiere decir que el candidato a la presidencia o los postulantes a diputados sean “don nadie”, pues para ello deben realizar una campaña con dos o tres años de anticipación y que además deben ser potables y “sin cola de paja” o pasado negro. Javier Milei, trabajó más de dos años su candidatura a pulso y no se apareció hace un mes para postularse a la presidencia y por arte de magia obtuvo el apoyo electoral.
Cuarto. Milei demostró una vez más que interpelar al poder con el conocimiento de los datos académicos, desde la oposición con una estrategia y seguridad en lo que se plantea puede generar éxito. No en vano algún político de la vieja estirpe decía ser oposición permite crecer si se tienen astucia.
La victoria de Milei no se debe a los astros ni que los planetas de alinearon a su favor, sino que su candidatura era potable, tuvo una propuesta diferente a la “casta política”, se paró con poder moral y ético, supo colocar varios temas de discusión en la mesa sobre los cuales los políticos “tradicionales” giraron y habló el discurso de la gente sin buscar alianza ni coaliciones con frentes o partidos políticos. Es decir, la estrategia de campaña estuvo bien planteada desde un principio hasta este domingo.
Quinto. Este resultado registrado en la Argentina, es un “sopapo o un lak´aso” a los políticos “tradicionales” que creen que hablar bonito a los sectores populares y de crear una imagen que los opositores son los malos o satanaces, les permitirá ganar las elecciones con facilidad, pues Milei demostró que desde la mirada liberal también se puede estructura una candidatura sólida y una propuesta atrayente.
Es sólo revisar a Mao Tse Tung, y encontrar en sus líneas, las respuestas para ganar las elecciones en Bolivia.
Cada una de las regiones son distintas, pero las estrategias deben estar estructuradas en función de dichas características, pero el individualismo, el sectarismo, la falta de propuesta país, candidatos “con cola de paja” o la idea mercantilista puede ser la perdición para caer en el barranco electoral. Lo último va para todos los interesados en postular a las elecciones del 2025.
Los planteamientos expresados en la presente columna de opinión no comprometen la línea editorial de esta casa periodística.