Por: RPK Noticias
“¡Lucho, no estás solo!”, arengaron los miles de asistentes al cabildo del Pacto de Unidad que tomó la Ceja de la ciudad de El Alto y el presidente Luis Arce respondió: “No somos ni cobardes ni traidores”.
Así, el mandatario asumió el liderazgo del denominado “proceso de cambio” y rompió el vínculo con el líder del MAS, Evo Morales.
“Con la humildad que nos caracteriza aquí (en el cabildo) estamos y seguiremos en la lucha, empieza a reconstruirse todo nuestro proceso de cambio, viene todo un trabajo y estamos dispuestos a apoyar y seguir contribuyendo”, aseguró Arce tras recibir el manifiesto de manos del líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, y del líder de los campesinos, Lucio Quispe.
El cabildo aprobó desconocer el congreso del MAS de Lauca Ñ, en el cual Morales fue reelecto jefe del MAS y proclamado “candidato único” de las elecciones presidenciales.}
En ese contexto, anunció que convocará a “un verdadero congreso del MAS-IPSP a la cabeza de las organizaciones sociales y sindicales”.
“Nosotros siempre cumplimos con nuestras organizaciones sociales, hermanas y hermanos, no somos ni cobardes ni traidores. Siempre respetaremos a nuestras organizaciones sociales que es el pueblo organizado”, aseguró en el corolario del evento de masas.
Morales no guardó silencio ante la afrenta y respondió en sus redes sociales: “Entre las conclusiones del cabildo encontramos algunas coincidencias, estamos de acuerdo con que es urgente cambios en el gabinete y la forma en la que gobierna, que se debe luchar contra el narcotráfico, contra la corrupción y contra el contrabando ¿hará caso el gobierno al pliego de su propio Cabildo?”
Luego añadió: “No hubo sinceridad de parte del presidente Arce, él dice ‘agradecer por la invitación’ cuando todos sabemos que la concentración fue financiada por el gobierno, con participación de muchos funcionarios y dirigentes o alcaldes presionados por sus proyectos”.
En su momento, contra Morales pesaron las mismas denuncias de acarreo de funcionarios a quienes descontaron de sus salarios o pidieron aportes para financiar sus concentraciones.