Discurso presidencial tocó muchos temas, pero no los que le interesan al ciudadano de pie

La columna de Chipana - Willy Marcos Chipana Mamani

Por: Lic. M. Sc. Willy Marcos Chipana Mamani
Periodista

El mensaje presidencia por los tres años de gobierno fue de mucho ruido y de pocas nueces, debido a que no se abordaron temas que realmente son de interés para los ciudadanos de pie, al margen de las cifras macroeconómicas y los anuncios de industrialización del litio.

El Presidente Luis Arce, en su alocución destacó una baja tasa de inflación, un crecimiento promedio del 4,8% en los dos primeros años de su gestión y la flexibilidad del modelo económico ante una crisis internacional. Empero ¿la población realmente siente en sus bolsillos este resultado? ¿Cuál es el beneficio de tener una baja tasa de inflación si los ingresos de la gente no cubren muchas de sus necesidades básicas? ¿Realmente el modelo económico permitió bajar la pobreza y mejorar la vida de los bolivianos?

Industrialización. Arce se refirió a la industrialización del litio, pero no mencionó cómo se industrializará este recurso, cuánto le tocará en regalías al Estado boliviano, en qué consisten los contratos que se firmaron, cómo se vinculará la explotación del litio al cambio climático y a la tecnología en desarrollo. Aspectos que no se señalaron y generó una imagen de explotación extractivista como fue en décadas anteriores con el estaño, la plata y el gas natural.

También, no se indicó cómo se solucionará de forma estructural la falta de gasolina y diésel oil, así como de la estrepitosa caída de la renta petrolera entre 2014 y 2022 de $us 5.489 millones a $us 2.970 millones. Esto, es causa de la no realización de trabajos de exploración hidrocarburífera durante la gestión de Evo Morales, donde Luis Arce, asumió el cargo de ministro de Economía (2006-2019).

Empleo. Arce resaltó la reducción del desempleo, pero no indicó como solucionará el subempleo o los empleos precarios existentes, donde no se cumplen las normas laborales y los sueldos están por debajo del salario mínimo nacional (Bs 2.362 mes) que subsisten bajo la protección de una economía informal que asciende al 85% en promedio. No señaló que políticas se aplicarán para revertir esta situación, así como la inseguridad ciudadana existente en el país.

Inflación, Arce subrayó una baja tasa de inflación, pero no explicó que es el resultado de la subvención a los carburantes, alimentos y el congelamiento del tipo de cambio con relación al dólar. Ambas medidas causaron un déficit fiscal del 7,2% con relación al Producto Interno Bruto (PIB) hasta 2022, una restricción en el acceso a los dólares y la existencia de un mercado paralelo en las calles.

Reactivación económica. El Primer Mandatario no señaló cómo se reactivará la economía del país de forma concreta e integral, lo cual abarque a los sectores privado y público. Este aspecto debe pasar por un acuerdo nacional por empleo seguro y salarios dignos, lo que supone la implementación de políticas de apoyo al sector productivo y un cambio de modelo económico de acorde a la realidad boliviana e internacional.

El Presidente Arce no se refirió a la deuda externa, al contrabando de productos que en 2022 alcanzó los $us 3.331 millones; lo que desencadenó el cierre de empresas de diferente magnitud, no mencionó cómo se atraerá inversión extranjera para dinamizar la economía y cómo se revertirá la caída de las reservas internacionales netas (RIN) de $us 15.122 millones a $us 3.158 millones entre 2014 y abril de 2023. Asimismo, no señaló acerca de cuál es el comportamiento de la ejecución de inversión pública hasta el momento ni cuándo el país dejará de ser exportador de materias primas.

La autoridad del Órgano Ejecutivo no explicó cómo se reactivará a los sectores del turismo, las exportaciones y agropecuario que son golpeados por el cambio climático y la crisis mundial. Es urgente una política de incentivos al turismo, la implementación de tecnología en el sector agropecuario, el aumento de las exportaciones con la ampliación de la oferta de bienes, seguridad jurídica para las inversiones nacionales y extranjera y la protección del mercado interno para la producción nacional.

La idea de la “economía blindada” acabó sin sustento, así como el modelo económico que adolece de fallas porque si fuese la ideal, el país ya debió haber tenido crecimientos entre el 8 y 9% por año porque su implementación se hizo desde el 2066 y no desde hace tres años. El análisis, la reflexión y la acción permitirán encontrar soluciones para todos los sectores.

 


Los planteamientos expresados en la presente columna de opinión no comprometen la línea editorial de esta casa periodística.

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