Redacción Radio Pasankalla
Cientos de zapatos estaban tirados en medio del lodazal en uno de los barrios del municipio de Brasileia, en Brasil, frontera con Bolivia. Las aguas que se desbordaron del Río Acre, se llevaron todo el esfuerzo que construyó en más de 30 años Ronny Tórrez, un zapatero boliviano que radica en Brasil y lamenta perder sus cosas.
Los vecinos trataron de ayudar, muchos de ellos sacaron sus cosas para ponerlos en resguardo, pero el boliviano no creyó que la desgracia lo iba a golpear de esa manera.
“Fue culpa mía, me habían avisado “saca tus cosas” pero yo no pensé que iba a crecer tanto el río. No salvé nada”, señala afligido Ronny Tórrez, el zapatero que dio su vida por su negocio.
El agua se llevó sus herramientas, arruinó sus equipos con los que armaba los últimos modelos de zapatos, sus enseres, catres, televisores y una moto.
“No se puede calcular cuánto perdí, todas mis cosas, mi heladera, ni mi moto pude salvar”, relata a TVU Pando que se trasladó hasta el lugar.
Don Ronny cuenta que el agua le llegaba hasta el cuello, trató de salvar sus cosas en canoas, pero no habían las suficientes y tuvo que dejar que los estragos naturales devoren sus materiales.
Sus clientas fueron al lugar, no recuperaron ninguno, sus calzados fueron destrozados por el agua, están tirados en las calles, fueron deformados y no se pudo rescatar absolutamente nada.
El boliviano tendrá que reconstruir su vida, “Era mi sustento, todo perdido, todos los zapatos están mojados y destrozados”.
Las autoridades de ese municipio lanzaron una “declaratoria de desastre natural como situación de emergencia en áreas del municipio de Brasileia afectadas por la ocurrencia de inundaciones” que afectó a más de mil familias.
Pese al drama, don Ronny volverá a parar su negocio, tiene las ganas y tiene vida para volver a arreglar calzados.