Por: Lic. M. Sc. Willy Marcos Chipana Mamani
Periodista y docente universitario
La semana anterior, se presentó en la sede de gobierno un vehículo que funcionaba a base de hidrógeno, el cual consiste en la división del agua en hidrógeno y oxígeno. Este hecho demuestra que las baterías de litio pueden quedar rezagadas porque la tecnología en el mundo está en constante transformación.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) estableció que el país posee el 21,6% de las reservas mundiales de litio y el gobierno indicó que las reservas aumentaron de 21 a 23 millones de toneladas. Para este cometido, la gestión de Evo Morales, destinó $us 1.000 millones para industrializar este mineral con el objetivo de obtener baterías de litio como lo hacen otras naciones desarrolladas.
Hasta el momento, el país no produce ni una sola batería de litio, después de 12 años de haberse iniciado el proyecto. El gobierno del presidente Luis Arce, sólo suscribió acuerdos con empresas rusas o chinas para desarrollar la Extracción Directa de Litio (EDL) y la implementación de plantas piloto en los salares de Coipasa, Pastos Grandes y Uyuni. Empero, aún no se cuenta con un marco legal sobre esta forma de producción, no se conoce cómo se dotará de gas natural al proyecto ni de dónde se obtendrá el agua que requiere la EDL, lo cual demandará de dos a tres años para su concreción.
Además, la gestión de Arce proyectó cuatro complejos industriales de EDL y que los ingresos que se generen llegarán a los $us 9.600 millones en 2026, lo cual es mayor a lo que se generó por el gas en 2013 que fue $us 6.133 millones. Sin embargo, hasta el momento no se conoce de ninguna intención de instalar una planta industrial de baterías de litio ni de ejecutar alguna inversión para este cometido.
Por lo expuesto, las gestiones de Morales Ayma y de Arce, continúan en el laberinto para encontrar una salida para industrializar el litio mientras que en varios países desarrollados se realizan investigaciones con el objetivo de identificar otras fuentes de energía como el hidrógeno o el uso de otros minerales que signifiquen una reducción en los costos de producción y que sean de larga duración. Esto quiere decir que las naciones como China ya no consideran al litio como una energía del futuro y que podría ser sustituida por otra.
Asimismo, la contracción de la industria automotriz en 2023 causó una caída en el precio del litio en el mercado internacional, lo cual se tradujo en un descenso del 79,9% con relación al 2022, es decir, en diciembre del año anterior la tonelada de litio se situó en $us 16.224, marcando una caída del 21,3% con relación al mes anterior. En el caso de Bolivia, la firma estatal Yacimientos del Litio Boliviano (YLB) informó que por la venta de carbonato de litio en 2023 se obtuvieron Bs 19,9 millones, cifra influida por la caída del precio en el mercado externo.
En criterio de Jochen Flasbarth, secretario de Estado del ministerio federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania, el hidrógeno será la columna vertebral de la economía mundial en este siglo y tiene el potencial de conducir a una economía mundial inclusiva y más equitativa.
Entonces, la presentación del vehículo que funciona a base de hidrógeno es un aviso que el litio puede quedar rezagado en la demanda del mercado internacional como fuente de energía. Esta situación demuestra que el modelo económico social productivo comunitario que alienta Arce Catacora, sólo está centrado en la redistribución de la riqueza por medio de bonos sociales y no en la industrialización de los recursos naturales de forma estructural, lo cual contempla la tecnología de última generación.
La tardanza en el proceso de industrialización del litio puede costarle al Estado boliviano la pérdida del mercado internacional porque la demanda y la oferta no sólo está determinada por el requerimiento de este mineral, sino por el comportamiento de la industria mundial. A su vez, los avances tecnológicos en la búsqueda de nuevas fuentes de energía se convierten en otra amenaza en la demanda y precio del litio.
El manejo partidario del proyecto de industrialización del litio causó un daño a la oportunidad que tiene el Estado de jugar un papel importante en el mercado internacional, lo cual demuestra que para estas tareas se requiere de personal profesional especializado en este rubro para que transfiera sus conocimientos a los técnicos bolivianos.
Es honesto mencionar si se fracasó en el intento, que guardarlo como bandera electoral para ilusionar al electorado.