Por: RPK Noticias
Esa mañana su canción volvía a sonar como cada 24 de enero. Era casi el himno de esta festividad en la que se adora al Ekeko. De pronto, salió a la luz la verdad de Cristina. En ese momento, el ídolo se desdibujó. “Alasita, ala plena, Alasita, rebaja casera” ya no tenía gracia. La joven había grabado los coros de esa canción y ahora decía su verdad.
Manuel Monroy Chazarreta era señalado por una de sus exalumnas como un acosador y protagonista de un caso de estupro.
“Entre clase y clase, compartíamos un tecito endulzado de charla. En ese tiempo el periódico El Caraspas era mi refugio de entusiasta escribiente. Se me ocurrió entrevistar al maestro. Y en la tarde de esa entrevista pasé de estudiante a amante, de aprendiz a Geisha, de admiradora a amada… en zamba sin letra y a escondidas”, escribió.
“Yo tenía 15 y el niñito cuzqueño casi 40. Colegiala, Oficial Mayor de Culturas. Dos universos incompatibles en la realidad cotidiana. Entonces la cancioncita sonó a corazón aturdido y roto que jamás aprendió armonía”.
En el final de su texto, Cristina señaló que “la cancioncita suena a la necesidad imperativa de hablar del estupro, de los mecanismos del poder que siguen vigentes para taparlo, de los quiebres emocionales que no tienen reversa, de la necesidad de cuidar y respetar a lo tierno y de los muchos significados, ala plena, de Alasita”, pero además dio otros detalles.
El Papirri
Monroy tenía programado un concierto ese viernes a propósito de la Alasita. Quienes asistieron a ese evento cuentan que el clima era raro. No era el mismo Papirri de siempre. Días después respondió. Uso el mismo espacio virtual para contar su verdad, pero también para contestar a la denuncia con otras acusaciones.
Esa respuesta ya no está más, de hecho el cantante de música popular a empezado a bloquear los perfiles de sus detractores y de seguidores decepcionados por lo que hizo hace 26 años atrás, pero sobre todo por su respuesta.
Aunque esa publicación ya no está disponible en su muro, quedan los registros y las repercusiones de la prensa. La avalancha terminó por cercarlo.
En su texto, El Papirri admite que mantuvo una relación sentimental de cinco meses con quien fue su alumna. Tenía 16 años en 1997.
Pero como descargo, el cantautor vinculó a la entonces menor de edad con dos docentes y un percusionista del Conservatorio Nacional de Música.
“Cristina era una muchacha madura, con experiencia, incluso alguna vez había comentado que ya era bachiller. Fui al Conservatorio a buscar a su ex novio, el profesor de fagot, quien me confesó que había terminado la relación al enterarse de su edad. Traté de buscar al percusionista, pero no trabajaba en el Conservatorio. Entonces la llamé y esa misma tarde en la Plaza Abaroa terminamos la relación que duró unos cinco meses, ella insistía en continuar, pero le conté todo lo conversado con su padre”, se lee en parte de su escrito.
“Le conté que me había separado, que vivía ahora solo, ella me contó que había tenido tres parejas, dos de ellos eran mis amigos, uno era profesor de fagot y otro un percusionista, ambos de mi edad. La tercera pareja la había dejado muy herida, un clarinetista que salió corriendo a Europa dejándola embarazada. Era una muchacha dulce, dolida de amores, decidimos emprender con la relación”, dijo Monroy.